2ª Edición Taller Lactancia: la información es poder
La ansiedad en el embarazo es un tema del que no se habla lo suficiente. Muchas mujeres la viven sintiéndose solas, confundidas o culpables. Pero es más común de lo que parece… y se puede abordar con una mirada más compasiva hacia nosotras mismas.
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo y la mente ante situaciones inciertas o amenazantes. En el embarazo, los cambios físicos, hormonales y emocionales pueden intensificarla.
Pensamientos repetitivos o preocupaciones excesivas.
Tensión muscular, insomnio, palpitaciones.
Sensación de "no poder con todo".
Miedo constante a que algo vaya mal.
Dificultad para disfrutar el embarazo.
Un nivel moderado de preocupación es normal, pero cuando la ansiedad se vuelve constante o abrumadora, es importante atenderla.
Cambios hormonales que afectan el sistema nervioso.
Inseguridad sobre el parto, el posparto, la maternidad, incluso el futuro laboral.
Experiencias previas difíciles (pérdidas, abortos, partos traumáticos, violencia obstétrica).
Falta de apoyo o exceso de exigencias externas.
Historias de miedo en torno al parto o la crianza.
El hipnoparto ayuda a regular la ansiedad desde la calma y la conexión:
Respiración consciente: ayuda a calmar la mente y relajar el cuerpo.
Audios de relajación guiada: facilitan el descanso y reducen pensamientos rumiantes.
Afirmaciones como anclajes positivos: redirigen la atención hacia la confianza.
Visualizaciones: crean espacios seguros internos.
Estas prácticas, si se hacen con constancia, reentrenan al cuerpo a salir del estado de alerta.
Además del hipnoparto, puedes apoyarte en:
Ejercicio suave (caminar, yoga prenatal, ejercicio de fuerza supervisado siempre).
Hablar con alguien de confianza, empezar a hacer tribu: expresar lo que sientes alivia la carga.
Rutinas de descanso y autocuidado.
Terapia psicológica perinatal: un espacio seguro donde validar tus emociones (siempre acompañada de un profesional cualificado)
El entorno influye mucho. Rodearte de personas que sostienen, en vez de juzgar, puede marcar la diferencia. También es clave reducir la sobreinformación y las comparaciones.
No eres débil ni exagerada por sentir ansiedad. Estás atravesando una transformación profunda. Con apoyo y herramientas adecuadas, puedes vivir esta etapa con más calma, más presencia y más conexión contigo y tu bebé.
La información útil se comparte. ¡Envíalo a quien creas que puede ayudar! 🙂